Fin de semana de La Carreta, mainstream artístico y arte puertorriqueño



Edwin Velázquez Collazo

El regreso del artista puertorriqueño Papo Colo a la escena cultural de Puerto Rico ha traído  más cola y polémicas  en todos los sentidos, desde la cola que tuvieron que hacer los participantes del performance ante su aparente desorganización, la botada que le dieron a algunos artistas y curadores del país en el lugar del performance, la cola de los espacios emergentes y alternativos de Santurce  para llamar la atención del mainstream del arte de Nueva York, entiéndase los representantes de MoMA PS1 y  Día Art Foundation, que vinieron a la isla para esta presentación del artista, hasta denominar como cliché el performance de Colo inspirado en  La Carreta de nuestro escritor René Marqués.

Como la familia de esta insigne novela nuestros espacios alternos y el arte puertorriqueño miraron con la misma esperanza la visita de este mainstream newyorkino, pero, su incredulidad queda al descubierto al no ser participes del recorrido de los mismos por los espacios culturales de la zona de nuestro distrito del arte que se unieron en saludo a Papo Colo, dándole la bienvenida al hijo prodigio y al igual que La Carreta quedaron decepcionados de New York ante el fracaso de su gestión.


Estas personalidades del arte de Nueva York, como bueyes, al igual que el performance de Papo Colo, fueron llevados hasta el mainstream del arte local,  en una visita turística como su presencia en el Yunque, algo que siempre pasa en nuestro panorama del arte puertorriqueño, por lo cual no debemos ser ingenuos al respecto. Pero, Santurce no es elite, es barrio, urbano, huele a hollín y otras veces a cloaca. Pero allí es donde se ve el mejor arte emergente del país, allí los artistas tienen sus talleres, allí emerge y se mantiene la nueva generación de artistas contemporáneos.

La realidad es que Papo Colo es un artista puertorriqueño, pero la verdad es que es un artista de Nueva York, ha hecho toda su carrera artística en esa ciudad y su espacio Exit Art fue un baluarte en la gestión cultural newyorkina. Tremenda su aportación al arte contemporáneo de esa ciudad y este mainstream newyorkino  vino a ver a Papo Colo, al artista newyorkino, como artista patrocinado por ellos, al igual que Allora y Calzadilla. No pequemos de ingenuos.

"El Gran Pacto" obra de Marie Court en la 
5ta Bienal de Arte Latinoamericano del Bronx, New York

Pero la colonia también afecta al arte, buscamos la aceptación, reconocimiento, la oportunidad y la palmadita de lo que hacemos por parte de ese mainstream newyorkino, el arte colonizado es así. El arte puertorriqueño vive en New York a través de los espacios que ha creado nuestra diáspora, The Clemente Soto Vélez Cultural and Educational Center Inc. (The Clemente), Taller Boricua, Longwood Art Gallery del Hostos Community College, Boricua College Art Gallery, Caribbean Cultural Center African Diaspora, en ocasiones el Museo del Barrio o The Bronx Museum of the Arts, a veces otros espacios alternativos de los tantos que abundan en la ciudad.

Ese es el mainstream del arte puertorriqueño en New York, nuestra zona limítrofe.  Esa es nuestra realidad.  Debemos preguntarnos cuantos artistas puertorriqueños se presentan en los museos, espacios y circuito del arte en los Estados Unidos, pero no  solo el de nuestra diáspora nacida y criada allá, sino  el de los artistas que desarrollan y producen arte desde la isla, ya que debemos comenzar hacer un análisis profundo al respecto. 

Porque al igual que Estados Unidos formalmente tiene los poderes plenarios sobre la Isla, al parecer su mainstream del arte también lo tiene sobre el futuro del  arte puertorriqueño en la isla, los bueyes que empujan La Carreta?

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