Por Edwin Velázquez
Collazo
En nuestro país
se habla constantemente de que el público amante del arte y la cultura no van a
las exposiciones o patrocinan las artes plásticas.
Que va desapareciendo poco a poco, pero, cuantas veces hemos ido a una exposición
de arte en un museo, galería, centro cultural, universidad o espacio alterno y se han encontrado que la misma cerrada por qué
no hay personal para atender la misma. Otras
veces nos encontramos con la falta de información
sobre cuánto tiempo dura la exposición. Eso
lo podemos apreciar en muchas de las promociones de exposiciones o actividades que se
publican en la sección de eventos de Facebook y
otros portales de eventos donde le dan énfasis
al día de apertura y casi nunca colocan información sobre la duración de tiempo
o
fecha de cierre de las mismas. Como artistas o gestores culturales tenemos que reconocer que hay un porciento del
público que no asiste al día de la apertura de las exposiciones porque ese día
mayormente la gente va a socializar y no se puede disfrutar de las obras expuestas.
Hablemos entonces de ese tiempo libre del público de arte, el cual podemos
definir como el tiempo disponible que no
utiliza para trabajar, comer o dormir. Es ese tiempo donde se adquieren experiencias
placenteras a través de actividades deportivas, recreativas o
culturales y que nos ayudan a mantener un poco de equilibrio en nuestras vidas. Ese
tiempo libre o de ocio es uno de reflexión, espiritual, artística, filosófica,
etc. Por lo cuanto es muy valioso dentro de una vida y sociedad tan agitada
como la que vivimos actualmente. Entonces me
pregunto: ¿Por qué algunos sectores que
promueven el arte a veces no pueden valorizar ese tiempo que el público le dedica para ver exposiciones
o eventos relacionados con las artes plásticas en nuestro país? ¿Es que al
artista no le interesa el público general del arte sino solamente satisfacer a
sus potenciales clientes (museos, galeristas, coleccionistas)?
Cuando
vamos a aprender en el sector de las artes plásticas que una exposición es solo una de las múltiples ofertas culturales que tiene ese público amante del
arte y la cultura disponible para escoger en su tiempo libre que sin lugar a
duda es tan valioso al igual que el nuestro como creadores, ante la
diversidad de ofertas y opciones culturales, recreativas o deportivas, muchas
de ellas gratis, que tienen semanalmente para escoger. Desde un evento musical, de cine, de artes
escénicas, conferencias, foros, etc., y cuando decide ir a una exposición de
arte los decepcionamos.
Como podemos promover la difusión y el acceso de las
artes plásticas si no respetamos el tiempo libre de ese público amante del arte
y la cultura. Porque no le brindamos toda la información necesaria para que puedan ir en ese tiempo libre y fuera de las aperturas a nuestras exposiciones.
Porque no tenemos fechas, horarios y personal fijo para atender los mismos.
Esta situación
pasa constantemente en muchos espacios alternos, centros culturales,
museos y otros espacios expositivos
privados, gubernamentales y municipales alrededor de toda la isla. Es imprescindible
que estos espacios mediadores entre la obra de los artistas estén disponible para satisfacer ese placer dentro del tiempo libre del
publico de arte de lo contrario seria una grosería de nuestra
parte seguir pidiendo el apoyo de ese público amante del arte cuando le
seguimos faltando el respeto. Debemos romper con la distancia entre la obra y el
público amante del arte y la cultura, de lo contrario no estamos promoviendo el arte.
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